Nuestra familia comienza sus andaduras hace un siglo de la mano de D. Librado Sánchez Hernández, el que sería bisabuelo de la generación actual. El tesón, interés e implicación por ofrecer el mejor producto llevaba a la familia a viajar a Sevilla y a la Sierra de Gata en busca del mejor producto y proveedor.
La materia prima se transportaba desde el sur de la península, de la mano directa de los mejores productores hasta Santibañez de Béjar (Salamanca) por tren o en los camiones Christler que se adquirieron más tarde; almacenados en pellejos o en depósitos metálicos. Toda era supervisado por el buen criterio de D. Nicolás Sánchez Briz, hijo del fundador.
Poco a poco el joven Nicolás Sánchez Castro, nieto de D. Librado, continua el negocio familiar haciéndose responsable de toda la distribución con sede en la misma localidad familiar y con unas nuevas instalaciones mejor adaptadas, hasta que en el año 1998 decide trasladar su sede a Salamanca.
El nuevo y actual emplazamiento en el Polígono de Los Villares (Salamanca) tiene como objeto dar respuesta a una mayor demanda de producto por parte de los clientes antiguos como de los nuevos con una capacidad superior a los 150.000 litros de aceite.
En su planificación y perspectiva así como por el tipo de cliente y evolución de los mercados D. Nicolás Sánchez Castro decide centrarse y especializarse en el aceite de girasol destacando entre sus clientes empresas de repostería, frituras, almacenes e importantes empresas de alimentación.
En la nueva empresa en la que comparte actualmente responsabilidad con su hijo Nicolás Sánchez, cuarta generación de la familia dedicada al mismo negocio, tienen estructura suficiente para asegurar una continuidad en el servicio del producto ante la alta demanda del mismo con máquinas para el almacenaje, envasado y una flota de camiones para su final distribución en diferentes formatos.
Actualmente, y como en décadas anteriores, Aceites Elkosan y Aceites Elvisol son los únicos distribuidores de aceite de la provincia de Salamanca y los principales en otras zonas de actuación como Zamora, Valladolid, Ávila o Cáceres.
Calidad y tradición se mezclan hoy en día con modernidad y voluntad de dar el mejor servicio posible.
Todo este esfuerzo se ha imprimido generación tras generación en un aceite de calidad que siempre está sometido a altos y continuos controles de calidad y sanitarios.